Córdoba parece estar en la mira de todos, si hablamos de las campañas proselitistas de cara a las elecciones presidenciales de octubre. Tras el paso de Patricia Bullrich por la provincia, provocando de manera burda a Juan Schiaretti, pidiéndole que se baje de su candidatura, se supo que desde Buenos Aires, más precisamente desde la cúpula del campamento de Unión por la Patria, hablamos de Sergio Massa y Malena Galmarini, afirman que están prestando suma atención a los movimientos políticos y electorales que pudieran suceder en la provincia mediterránea. Hablando mal y pronto, es necesario rascar la olla y creen que aquí se pueden cosechar algunos votos.
Consideran que debe haber una porción del electorado peronista que entiende que no debería perderse el próximo turno electoral e intentar directamente por la opción Massa y no la de Schiaretti y buscan fundamentar esa postura hablando de guiños que en su momento el Gobernador tuvo para con Horacio Rodríguez Larreta.
Lo cierto es que en las últimas horas aparecieron algunos dirigentes peronistas cordobeses como la legisladora provincial por Deán Funes, Tania Kyshakevych, o el intendente de Canals, Edgar Bruno, criticando a Schiaretti y su manejo del peronismo cordobés e hicieron pública su adhesión por Massa.
Por ahora demasiado poco, pero para el exintendente de Tigre la esperanza es lo último que se pierde, más aún teniendo en cuenta lo difícil que es para un candidato kirchnerista conseguir votos en Córdoba.