Es viernes por la noche y el cuerpo lo sabe, se repite de manera frecuente cuando parece estar en marcha la primera «fiesta» de un fin de semana cualquiera. Lo que no sabía este viernes 23 era que el kirchnerismo con la complicidad de Sergio Massa iba a tirar del mantel, mandar al piso toda la vajilla dispuesta para la cena, e iba a cambiar radicalmente el panorama.
Era una lista con Wado de Pedro candidato a Presidente, enfrentando a otra con Daniel Scioli a la cabeza. Era Wado publicando un video sensible en el que prometía gobernar para todas las familias argentinas. Era Daniel y un acto de presentación de candidatos con Victoria Tolosa Paz y hasta Hugo Moyano involucrado como cabeza de lista de diputados.
Un día después nada de eso era y tras una nueva reunión en el Senado, Cristina Fernández de Kirchner y Massa definieron que todo cambiaba por «una lista de unidad» con el bonaerense de Tigre como postulante a Presidente y Agustín Rossi de vice.
Una cosa es la rosca y tirar de un lado y otro hasta acordar o no. Otra cosa es este acto caricaturesco en la que el peronismo se arrastra por el suelo, poniendo en evidencia su crisis política más profunda de los últimos 40 años.
Lo que llevó adelante el kirchnerismo en las últimas horas es el mayor destrato que recibió la política de parte de los propios políticos en los últimos años.
Cristina muestra una faceta desgastada, deja en claro que varios ya se le animan y empiezan a dudar de su liderazgo. El peronismo tiene muchas chances de ir camino a una derrota y seguro que en cada paso que vaya dando hasta agosto, primero, y octubre, después, irá perdiendo adhesiones de dirigentes y de ciudadanos. El peronismo parece ir en la misma línea de crisis que toda la política y lo que es peor, de un país que ya tocó fondo y al que por el momento nadie le da la mano para que se levante.
Hace cuatro años Cristina cometió uno de sus máximos errores políticos de su currículum al decidir que Alberto Fernández sea candidato a Presidente y ella a Vice. Ahora, puso en marcha con Massa esta «Unión por la Patria» que ni siquiera le asegura ganar una elección.
A fin y al cabo terminan dándole la razón a Javier Milei y sus seguidores, cuando se burlan de la política de estos días.
Veremos…