El país está políticamente mejor que hace algunas horas. No hablamos de buenas señales en la economía que ilusione a los argentinos. No. Hablamos de política.
Es positiva la primera señal contundente que se registra en medio de tanta polvareda: Ni Cristina ni Macri serán candidatos a Presidente. Claro que eso no significa que sigan liderando sus espacios (o parte de ellos) de los extremos de la grieta, que por estas horas se muestran desorientados, sin saber quién puede terminar siendo él o la postulante que los represente.
Ojo. Estos renunciamientos no tuvieron la mística del de Eva Perón ni tampoco se trató de un gesto patriótico. Para nada. Cristina y Mauricio saben que no tiene chance de ganar una elección presidencial. Jugando con aquella frase del presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, podriamos decir «no es la nación, es el ego, imbécil».
Mientras tanto, el alborotador de Javier Milei se ilusiona con un final de tercios en la compulsa electoral y Juan Schiaretti rema en el dulce de leche con su intento del Frente de Frentes.