La Cámara Tercera del Crimen absolvió de culpa y cargo a María Alejandra Barrera por un episodio ocurrido en el año 2021 en el que se la acusaba de Lesiones Graves Calificadas en exceso de Legítima Defensa.
El juicio fue llevado a cabo por la sala unipersonal representada por Ángeles Palacio de Arato y la Fiscalía de Cámara, a cargo de Marcelo Hidalgo y el hecho había ocurrido en 2021.
La víctima, frente a la inminente agresión de su expareja, que ingresó al domicilio violando una norma de restricción y la amenazaba con agredirla golpeándola con una silla, le arrojó una pava eléctrica para preservarse. La acusación sostenía que la defensa de Barrera se había producido fuera de la casa y arrojando una olla de agua hirviendo.
En el juicio se supo que la víctima padece una artritis reumatoidea deformante que le impide manipular objetos como una olla con agua en su interior, y el fiscal de Cámara demostró, descartando la acusación originaria, que «si no puede levantar una olla porque sus manos no se lo permiten tampoco la puede arrojar».
Se entendió entonces que se configuraba un caso de legítima defensa y que debía interpretarse dentro del marco de las posibilidades que tenía la víctima quien además padecía osteoporosis con lo cual no podía defenderse de otra manera.