Las intensas precipitaciones del sábado 30 de agosto no solo refrescaron la provincia, también dejaron una huella clara en los embalses.
En apenas horas, la lluvia se convirtió en un alivio para los diques cordobeses, que mostraron un repunte después de meses de preocupación.
El caso más llamativo fue el del dique La Viña, que pasó de 83,68 metros en septiembre de 2024 a 94,86 metros este año, es decir, un salto de más de once metros. Algo similar ocurrió en Pichanas, que de 28,43 metros subió a 39,44, y en La Quebrada, que trepó de 23,90 a 34,05. Tres ejemplos claros de lo que dejó la tormenta de fin de mes.
Otros diques también mejoraron, aunque en menor medida. Cruz del Eje ganó más de cinco metros y alcanzó los 36,17, mientras que Los Molinos llegó a 51,19 con una suba de casi cuatro. El San Roque, siempre bajo la lupa por su cercanía a la ciudad de Córdoba, también mostró recuperación y alcanzó los 33,87 metros, unos dos más que el año pasado.
En el otro extremo están los que casi no cambiaron. El Embalse Río Tercero se mantuvo prácticamente estable, con 44,48 metros frente a los 44,60 del año anterior, mientras que El Cajón apenas subió 70 centímetros.
En resumen, las lluvias extraordinarias del 30 de agosto fueron decisivas. Con picos de más de 100 milímetros en varias localidades, lograron que diques claves de la provincia recuperen niveles en cuestión de días. Un dato alentador en un año en el que el agua venía siendo tema de preocupación.
Nota de Nicolás Ruggiero, pasante de la UNVM
Foto ilustrativa. Fuente: Villa María Ya!.
