A 100 años de su creación, las 24 Horas de Le Mans se corre entre este sábado 10 y el domingo 11 de junio en el tradicional circuito de La Sarthe, con largada a las 10 (hora de la Argentina).
Tan sólo dos pilotos argentinos pudieron ganar esta mítíca prueba. Uno fue el bonaerense José Froilán González, en 1954, cuando simultáneamente participaba de la flamante Fórmula 1 (ese año fue subcampeón mundial detrás de Juan Manuel Fangio), y el otro es el cordobés de Río Tercero, José María “Pechito” López, quien lo pudo conseguir en 2021 y en esta edición 2023 volverá estar en pista con el Toyota #7.
La primera edición de las 24 horas de Le Mans se realizó entre los días 26 y 27 de mayo de 1923. Sólo en diez ocasiones no se pudo concretar: en 1936 por problemas presupuestarios y entre 1940 y 1948 por la Segunda Guerra Mundial.
En tanto, Fangio (nunca la pudo ganar) corrió en Le Mans en los años 1950, 1951, 1953 y 1955. En esta edición salvó su vida milagrosamente, en la que es considerada la tragedia más grande en la historia del automovilismo. Fue el 11 de junio, cuando un choque provocó que se desprendiera como una bola de fuego el motor del auto de Pierre Levegh que fue directo a una tribuna repleta de público. Además del piloto francés murieron otros 83 espectadores.
Una curiosidad. La tradición en el automovilismo de festejar una victoria en el podio descorchando una botella de champagne surgió en esta prueba en el año 1966. Ocurrió de manera casual, ya que la marca Moët et Chandon regaló a los ganadores una a cada uno para la celebración. Las botellas permanecieron bajo el calor del sol y cuando el piloto Jo Siffert la levantó, el corcho se salió solo y el champagne lo empapó a él y a los que estaban cerca.
Al año siguiente, a la hora del festejo el piloto Dan Gurney repitió la escena, auque esta vez agitando de manera intencional la botella y regando a sus compañeros de podio.