Luis Rubiales continuará como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al negarse este viernes a renunciar a su cargo, pese al escándalo que protagonizó durante la celebración del título de campeón mundial femenino ganada por España, en la cual besó en los labios a la jugadora Jenny Hermoso.
El dirigente, de 46 años, descartó dimitir durante un discurso en el que se consideró víctima de lo que calificó como un «asesinato social». Además, definió el beso que le dio a la jugadora Jenny Hermoso como «consentido y mutuo», según publicó el periódico deportivo AS.
Rubiales volvió a pedir perdón por su gestos y exclamó «¡No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir…!», entre los aplausos de asambleístas presentes, y los entrenadores de lo equipos masculinos y femeninos Luis de la Fuente y Jorge Vilda.
El presidente comenzó pidiendo perdón por su gesto en el palco: «Quiero pedir perdón sin condiciones por los hechos que ocurrieron en el palco. En un momento de euforia en el que me agarré mis partes. Pero quiero mirar a Vilda. Perdí el control, miraste al palco y me dedicaste la victoria y te hice la señal de ‘ole tus huevos’. Pido disculpas a la Casa Real, a la reina y a la infanta. Es un hecho poco edificante. Mi más sinceras disculpas. No me justifico», sostuvo.
Sobre el beso, Rubiales argumentó: «El deseo que podía tener en ese beso era el mismo que el que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. Por lo tanto, no hay deseo y no hay posición de dominio, aunque se esté vendiendo en los medios. Fue espontáneo, mutuo y eufórico. Y, sobre todo, consentido».
Su exposición terminó con un anuncio inesperado: «Ha llegado el momento de decir algo. ¿Creen ustedes que es motivo para sufrir la cacería que estoy sufriendo? ¿Es tan grave para que yo me vaya? «¡No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir…!.
El 17 de mayo de 2018, Rubiales fue elegido por amplia mayoría como nuevo presidente de la RFEF, al imponerse sobre la postulación de Juan Luis Larrea por 80 votos a 56.